“La preocupación por la
inmunopatología en seres humanos resultante de la respuesta de las células T a
nucleoproteínas y otros antígenos virales, puede limitarse sólo a algunos virus
pandémicos, existen pruebas que hacen sospechar que esta respuesta
inmunopatológica durante las pandemias de gripe de 1918 y 2009, mas que
proteger frente a la infección aumentaron la severidad de la enfermedad” (1)
Tras la infección con el virus de
la gripe, la sintomatología mas florida se evidencia en 48 horas. En este
periodo el sistema inmunológico debe desarrollar dos tipos de respuestas inmunitarias
para evitar la enfermedad grave: por un lado se producen anticuerpos
neutralizantes que bloquean la unión del virus a células no infectadas y por
otro lado se activa una respuesta inmune mediada por células T citotóxicas, que
son las encargadas de destruir las células infectadas por el virus. En algunas
circunstancias, la destrucción de células infectadas puede adoptar
características inmunopatológicas, agravando la sintomatología de infección. En
los últimos años, se han publicado diversas observaciones que han aumentado la
preocupación sobre estos aspectos, al comprobarse que algunas vacunas de la
gripe diseñadas para aumentar la respuesta inmunitaria T citotóxica pueden dar
manifestaciones inmunopatológicas, como seguidamente describiremos.
La dosis infecciosa en la infección
por el virus de la gripe, habitualmente es muy baja, con excepción del virus
H5N1 que es particularmente alta, esto se debe a que los receptores para el
virus se encuentran principalmente en la vía respiratoria inferior, en lugar de
encontrarse en la vía respiratoria superior, como es habitual en los restantes
virus gripales, la consecuencia clínica de este hecho es que se produce frecuentemente
neumonía desde el inicio del cuadro. Ensayos clínicos controlados realizados en
humanos han estudiado la liberación intranasal de altas dosis de virus de la
gripe estacional que estimulan la respuesta celular T y no han encontrado
relación con manifestaciones inmunopatológicas (1).
Tras la vacunación frente a la gripe pandémica en 2009, se comenzaron a
registrar casos de narcolepsia que afectaban con mas frecuencia a niños de los
países del norte de Europa (en especial Finlandia), vacunados con la vacuna
pandemrix. Se trata de una vacuna frente a H1N1 adyuvada con ASO3. La
narcolepsia se caracteriza por la presencia de excesiva somnolencia diurna y
parálisis, se relaciona con un trastorno autoinmune y la presencia de HLA
DQB1*06:02. Desde el punto de vista histopatológico
se produce una degradación neuronal en el hipotálamo lateral. La pérdida de
neuronas productoras de hipocretina, origina bajos niveles de hipocretina-1 en
LCR, que es la base bioquímica para el diagnóstico de narcolepsia, junto con el
estudio genético para el HLA
DQB1*06:02.
Antes
del uso de pandenrix, un gran número de niños presentaban narcolepsia tras infecciones
gripales o estreptocócicas. El HLA
DQB1*06:02 esta presente en 15-25% de la población y es notoriamente mas
frecuente en el norte de Europa. La narcolepsia se observa en 25-50/100.000
habitantes-año, se observa generalmente durante la infancia y adolescencia. El
uso de la vacuna adyuvada en el norte de Europa parece haber precipitado un
aumento de los casos de narcolepsia en una población predispuesta. En concreto,
en Finlandia se diagnosticaron 54 casos de narcolepsia en 2010, lo que supone
un aumento de 17 veces sobre los años precedentes (2).
“Si queremos fomentar la
vacunación anti gripal, sobre todo en niños, debemos informar que de forma
infrecuente, la vacunación frente a la gripe puede originar narcolepsia”
Tiene
interés destacar que la sóla infección gripal puede desencadenar narcolepsia en
personas predispuestas y que la vacunación antigripal adyuvada con ASO3 de
pandemrix no hace sino amplificar la respuesta inmunopatológica que también podría
originarse durante una infección por el virus nativo (1).
Vale la pena incidir en la necesidad de continuar los programas de vacunación
antigripal, especialmente en poblaciones de riesgo, ya que el riesgo derivado
de una infección gripal en estas poblaciones es mayor que el derivado de la
posibilidad de desarrollar narcolepsia.
REFERENCIAS
(1) Gilbert SC. Influenza
vaccines and immunopathology. Expert Rev Vaccines 2012 Aug;11(8):873-5.
(2) Melen K, Partinen M, Tynell J, Sillanpaa M,
Himanen SL, Saarenpaa-Heikkila O, et al. No Serological Evidence of Influenza A
H1N1pdm09 Virus Infection as a Contributing Factor in Childhood Narcolepsy
after Pandemrix Vaccination Campaign in Finland. PLoS ONE 2013;8(8):e68402.
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