Al margen de la polémica de si se
ha producido o no reemplazo de serotipos en la población tras la introducción
de la vacuna heptavalente frente al neumococo, en el momento actual en que
disponemos de una vacuna efectiva frente a los 13 serotipos mas frecuentes de
neumococo, podemos afirmar que la vacuna heptavalente ha reducido
sustancialmente las tasas de enfermedad neumocócica invasiva allí donde se han
alcanzado coberturas vacunales amplias. Además ha supuesto una reducción
modesta de tasas de enfermedades neumocócicas no invasivas como la otitis
media. Haciendo un análisis retrospectivo de lo ocurrido en los últimos años,
parece evidente que en los países con coberturas adecuadas con la vacuna
heptavalente, los serotipos no vacunales han sido responsables de un incremento
de la enfermedad neumocócica invasiva. Numerosas comunicaciones en todo el
mundo han reportado un aumento del serotipo 19A como agente responsable de la
mayoría de las formas de enfermedad neumocócica invasiva y se han aportado
datos sobre la existencia de recombinación genética entre serotipos no
vacunales y los serotipos incluidos en la vacuna heptavalente. Los cambios en
la distribución de serotipos de la enfermedad neumocócica invasiva están
estrechamente relacionados con la distribución de serotipos en los portadores
nasofaríngeos. Dado que las tasas de colonización nasofaríngea son mayores
entre los niños, no es descabellado pensar que la población infantil sirve como
reservorio natural de neumococo en la población. Algunos autores (1), ya comunicaron en su día
una disminución de la tasa de colonización nasofaríngea de los serotipos
vacunales tras la introducción de la vacuna heotavalente, estos autores ya
propusieron en su día que persistiendo invariables los factores de riesgo de
portador de neumococo, la tasa de reemplazo de la colonización nasofaríngea por
serotipos no vacunales podía situarse próxima al 30%. Además, probablemente
como consecuencia de la presión ejercida por el consumo desmesurado de
antibióticos, la tasa de resistencia a la ampicilina también se incrementaría,
como así ha ocurrido con los serotipos 19A y 35B.
S. pneumoniae es un coco grampositivo que
frecuentemente coloniza la nasofaringe del niño, que actúa como reservorio al
permitir la recombinación genética entre flora habitual de la nasofaringe. Dado
que S. pneumoniae reside
habitualmente en la mucosa del aparato respiratorio superior, puede dar lugar a
infecciones por proximidad en oído medio, sinusitis o neumonía, además
dependiendo de su capacidad invasiva puede originar infecciones a distancia
como bacteriemias o meningitis. Una reducción en la tasa de portadores
nasofaríngeos podría ocasionar una disminución de las infecciones, tanto
locales como sistémicas (2). Los mecanismos de
inmunidad natural que interfieren en la colonización nasofaríngea se han
estudiado y se ha observado que la transferencia pasiva de anticuerpos
serotipo-específicos puede limitar la colonización nasofaríngea en el modelo
animal. Sin embargo, la colonización en si misma puede generar una respuesta
mínima de producción de anticuerpos anticapsulares. Recientemente se han
relacionado en esta respuesta la participación de los receptores Toll-like tipo
2 (TLR-2), linfocitos T helper e IL-17A. Se ha podido demostrar la vacuna
conjugada heptavalente reduce la tasa de colonización nasofaríngea frente a
serotipos vacunales y en consecuencia disminuye la tasa de incidencia de
enfermedad invasiva por estos serotipos
REFERENCIAS
(1) Huang SS, Hinrichsen VL,
Stevenson AE, Rifas-Shiman SL, Kleinman K, Pelton SI, et al. Continued Impact
of Pneumococcal Conjugate Vaccine on Carriage in Young Children. Pediatrics
2009 Jul;124(1):E1-E11.
(2) Hsieh YC, Chiu CH, Chang KY, Huang YC, Chen
CJ, Kuo CY, et al. The Impact of the Heptavalent Pneumococcal Conjugate Vaccine
on Risk Factors for Streptococcus pneumoniae Carriage in Children. Pediatric
Infectious Disease Journal 2012 Sep;31(9):E163-E168.
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