La inmunización
oral es considerada la estrategia ideal de inmunización, debido a la
posibilidad de inducir protección local a nivel de mucosas, que generalmente son
punto de entrada de patógenos en el organismo. La primera de las vacunas orales
introducidas se desarrolló en la década de los 60, con la vacuna frente a la
poliomielitis por Sabin. Otro representante de las vacunas orales, es la vacuna
Dukoral® frente al cólera, que incluye células muertas de Vibrio cholerae y subunidades B de la toxina colérica obtenidas por
recombinación genética. Esta vacuna es efectiva tanto induciendo IgA secretoria
frente al lipopolisacárido de V. cholerae
como frente a la subunidad B de la toxina, disparando la sensibilización de
células B y T de memoria tanto a nivel mucoso como sistémico.
Aunque nadie
discute en la actualidad los beneficios de las vacunas mucosas, son pocas las
vacunas desarrolladas para esta vía en la actualidad. Ello se debe a una
ineficiente liberación de los antígenos desde el epitelio a los linfocitos
asociados a la mucosa y la tendencia del sistema inmune de las mucosas a
inducir tolerancia.
Las superficies
mucosas del organismo comprenden 400 m2 del total de la superficie
corporal del organismo humano, estas áreas
mucosas mantienen su integridad a través de la acción coordinada de la
flora microbiana, propiedades físicas de barrera de la mucosa y sistema inmunológico.
Según sus características, las superficies mucosas se pueden clasificar en
superficies mucosas tipo I, aquellas que se encuentran en el intestino, aparato
respiratorio y sistema genital femenino en su porción mas superior; y las
superficies mucosas tipo II que se encuentran en el ojo, boca y sistema genital
femenino inferior. Las superficies mucosas tipo I están formadas por un epitelio
columnar simple, donde la IgA es la principal inmunoglobulina presente. Las
superficies mucosas tipo II están compuestas por capas de epitelio escamoso
estratificado, donde la inmunoglobulina mas prevalente es la IgG. El epitelio
gastrointestinal es, sin lugar a dudas, la superficie mucosa mejor conocida,
contiene 5 líneas celulares: células de Goblet, células de Paneth, células M,
enterocitos y linfocitos intraepiteliales. Las células de Goblet son células
epiteliales especializadas que segregan mucina para separar las células
epiteliales. La función de las células de Goblet, esta determinada por las
características de las mucinas que secreta. El papel del moco como un
inmunoregulador fue demostrado en el modelo murino, los ratones con mutación en
el gen MUC2 desarrollan enfermedad inflamatoria intestinal en la porción distal
de los intestinos; sin duda el hallazgo mas sorprendente a este respecto, fue la
constatación de que la expresión del gen MUC2 se regulaba por la presencia de
ácidos grasos de cadena corta que son un producto final de la fermentación
bacteriana, sugiriendo la existencia de una estrecha relación entre microbiota
y epitelio mucoso del huésped. Las células de Paneth son células secretoras
epiteliales especializadas que contienen gránulos con diversas proteínas con
actividad antimicrobiana (defensinas, lectinas tipo C, lisozima C y
fosfolípidos 2 esterasa eficaces en la inhibición de bacterias gram positivas y
gram negativas). Los enterocitos que funcionan como barrera epitelial, también
inhiben la diferenciación de las células inmunológicas Th1 y modulan la
inducción de tolerancia por las células dendríticas. Las células M son células epiteliales
especializadas en el transporte de antígenos desde la luz intestinal, se
localizan en los folículos, asociadas a las placas de Peyer. Se acepta que
tanto enterocitos como células M se originan de un precursor común localizado
en las células de las criptas; sin embargo, no están claros los factores que
determinan la diferenciación a un tipo u
otro celular. El compartimento mucoso inmune comprende dos tipos de
estructuras: folículos linfoides asociados a mucosas (MALT) inductores y
efectores.
Los adyuvantes,
especialmente en las vacunas orales, pueden apoyar la inducción de respuestas
inmunes antígeno-específicas en microambientes tolerogénicos. Por tanto, el uso
de adyuvantes que esta estrechamente relacionado con la inducción de células B
de memoria de alta afinidad es un elemento fundamental
en el desarrollo de vacunas mucosas (1).
Dr.
José Uberos Fernández
Hospital
Clínico San Cecilio, Granada
REFERENCIAS
(1) Kim SH, Lee KY, Jang YS. Mucosal Immune System
and M Cell-targeting Strategies for Oral Mucosal Vaccination. Immune Netw 2012
Oct;12(5):165-75.
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