El virus de la fiebre del valle del Rift es
un patógeno transmitido por artrópodos que se distribuye en diversas áreas
geográficas del este de África subsahariana. Originariamente la enfermedad fue relacionada
exclusivamente con el ganado, sin embargo la descripción de casos en humanos
con evolución fatal, ha renovado el interés por el estudio de esta entidad (1).
El virus es transmitido por una variedad de
mosquitos que incluyen las especies Aedes, Culex y Anopheles. Aunque la fiebre
del valle del Rift esta en la actualidad limiatada a las regiones subsaharianas
del este, los vectores capaces de transmitir la enfermedad se encuentran en en
el sudeste de Europa y en Norteamérica. Además el virus puede sobrevivir en los
huevos de mosquito, resistiendo periodos prolongados de aridez.
La epidemias periódicas de fiebre del valle del Rift han
motivado en el pasado pérdidas en la industria ganadera local; sin embargo no
es hasta hace un par de décadas que la comunidad internacional toma conciencia
de los daños potenciales que esta enfermedad puede ocasionar. Recientemente
este virus se ha clasificado como potencial agente bioterrorista, lo que ha
renovado e interés por su estudio y el desarrollo de medidas profilácticas que
pudieran permitir el control de epidemias en el futuro. Ya se han descrito
casos esporádicos en turistas alemanes y de otros países europeos, por lo que
diversas organizaciones sanitarias consideran que es cuestión de tiempo que el
virus de la fiebre del valle del Rift comience afectar la ganadería de países
del sudeste de europa, donde la clomatologia puede similar a las delas zonas de
origen. El virus de la fiebre del valle del Rift es un Flebovirus que pertenece
a la familia buyanviridae. El virus tiene un genoma con una sola cadena de RNA,
dividida en tres segmentos, los segmentos L y M tienen polaridad negativa, el
tercer segmento, S, tiene una polaridad ambivalente. El segmento L codifica la
RNA polimerasa viral, usada para la transcripción del RNAm. El segmento M
codifica dos glicoproteínas Gn y Gc, así como una `proteína no estructural o de
fusión (Nsm1) con Gn, dando lugar a NSm2. El segmento S codifica
nucleoproteínas, complementarias a las proteínas no estructurales NSs. Cuando
se ensamblan los nuevos viriones en la célula, se liberan envueltos de una
bicapa lipídica. El tamaño de los viriones es de 80-100 nm, están compuestos de
subunidades de heterodímeros de Gn y Gc, formando cubiertas icosaédricas de 122
capsómeros.
En las dos décadas transcurridas desde la caracterización
del virus de la fiebre del valle del Rift, se ha podido desarrollar una cepa
neurotrópica (cepa de Smithburn) considerablemente atenuada que se ha utilizado
como vacuna en el ganado y ha demostrado inducir una potente respuesta
protectora frente al virus, por desgracia también origina abortos en el ganado
con relativa frecuencia y parece especialmente patógena para los caballos
europeos; por ello en la actualidad se reserva sólo para controlar los brotes
epidémicos.
Los candidatos vacunales para ser utilizados
frente al virus de la fiebre del valle del Rift se pueden clasificar en cuatro
grupos: vacunas atenuadas, inactivadas, recombinación viral y vacunas DNA.
Vacunas atenuadas. Además de la cepa de Smithburn, dos
candidatos se han desarrollado demostrando mayor protección y menos virulencia
en el huésped: MP12 y Clon 13. La MP12 es una cepa atenuada desarrolada de la
cepa egipcia del virus ZH548, que fue asilada de un paciente humano. Se creó
tras 12 pases en presencia del mutágeno 5-fluoracilo. Esta vacuna es efectiva
en corderos y caballos y parece estar especialmente indicada en zonas donde la
fiebre del valle del Rift es endémica, el inconveniente es que al igual que la
cepa de Smitburn, puede inducir abortos en corderos.
Vacunas inactivadas. Tienen la ventaja de inducir inmunidad
protectora, sin el riesgo de las vacunas atenuadas de que la actividad
mutágenica revierta la patogenicidad disminuida del virus. La inactivación se
realiza con formalina y como inconveniente, requieren de multiples
inoculaciones para obtener respuestas protectoras adecuadas.
Partículas virus-like. Generadas por genética reversa o expresión
de vectores en células eucariotas. Ofrecen la ventaja de poder expresar
elementos inmunogénicos del virus sin el riesgo de la replicación del virus,
las comunicaciones existentes en la actualidad parecen coincidir en que la
expresión de partículas virus-like es factible en líneas celulares de mamífero
y confieren protección en el modelo murino de experimentación.
Vectores virales recombinantes.
Ofrecen dos ventajas potenciales sobre las vacunas convencionales. Es posible
la expresión de los genes de nuestro interés sin necesidad de la infección
viral, los antígenos recombinantes de nuestro interés no se expresan en los
huéspedes naturales del virus, eliminando los riesgos de la infección por virus
atenuados. Se han expresado Gn y Gc del virus en una vacuna DNA que inoculada
al ratón le confirió inmunidad protectora. Las glicoproteínas del virus también
se han incorporado a un vector viral del tipo vaccinia de Ankara.
REFERENCIAS
(1)
Boshra H, Lorenzo G, Busquets N, Brun A.
Rift valley fever: recent insights into pathogenesis and prevention. J Virol
2011 Jul;85(13):6098-105.
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